San Bernardo

El San Bernardo es una raza de perro gigante originario de Suiza. Concretamente surgieron en los Alpes suizos y en el Norte de Italia. Descienden del Mastín de los Alpes raza extinguida hoy en día. Estos caninos llegaron a Suiza a través de los romanos. Tenían el pelo muy corto y eran muy grandes y violentos. Cuando empezaron a disminuir el número de estos mastines se cruzaron con otras razas para evitar su extinción. Se utilizaron para ello ejemplares como por ejemplo el Terranova, Dogo Alemán y Dogo del Tíbet. Fue durante este período, que al intentar revivirlo sin éxito, surgió el San Bernardo.

El físico de esta raza tiene dos vertientes según el pelo; existen los San Bernardo de pelo corto y los de pelo largo. Los colores predominantes del pelo pueden variar: blanco y rojo, blanco y marrón, y blanco y atigrado. En cualquier caso, el resto de características en ambas tipologías se mantiene.

Se trata de uno de los perros más grandes que existen , con una cabeza voluminosa que sustenta unas grandes orejas caídas. Los ojos son pequeños y suelen estar rodeados de una máscara de pelaje oscura, la cual es cortada por el pelo de color blanco que baja de su frente hasta el rectangular y gran hocico. El resto del cuerpo es musculoso y voluminoso, haciendo ver la tremenda potencia que posee el animal. No existe un peso ideal, sin embargo, al ser una raza de perro grande pueden llegar hasta los 120 kg, en cuanto a su altura, los machos miden entre 70 a 90 cm, y las hembras de 65 a 80 cm.

El San Bernardo es un perro que posee un carácter gentil, social y amable. A pesar de su gran tamaño, estos gigantes bondadosos son normalmente tranquilos y no son tan juguetones como muchos perros de otras razas. Sin embargo, demandan compañía constante y pueden ser sobreprotectores con sus familiares. Se trata de un perro paciente, obediente y leal, entregado a sus familiares y especialmente bondadoso. Si son abandonados o se quedan solos por períodos prolongados, pueden desarrollar conductas agresivas o problemas de conducta relacionados con la separación.

La correcta alimentación y, sobre todo, el ejercicio diario son dos factores claves en esta raza. El San Bernardo es un perro propenso a alcanzar sobrepeso, factor que se debe tener en cuenta para vigilar la dieta y el ejercicio del animal. Cabe destacar que el deporte que realice debe tener una intensidad moderada y no demasiado intensa. Para que el animal se sienta lo más a gusto posible y pueda desarrollar la actividad física que su cuerpo requiere, es conveniente que habite en viviendas grandes con espacios contundentes como un jardín, además de que pueda tener zonas verdes cercanas para andar y correr con libertad. En cuanto a alimentación, es recomendable aportar al can en su etapa de crecimiento un extra de vitaminas y de calcio para evitar posibles lesiones articulares.

El cepillado semanal ayudará a eliminar la suciedad y el cabello suelto, y a que el perro se vea lo mejor posible. Cualquier enredo se puede resolver con un cepillo más delgado o un peine de metal. Durante la temporada de desprendimiento, que ocurre dos veces al año, el cepillado se convertirá en una actividad diaria. El baño ocasional lo mantendrá luciendo y oliendo fresco. Al igual que con todas las razas, las uñas deben cortarse regularmente, ya que si son demasiado largas pueden ser dolorosas para el perro y causar problemas para caminar y correr.

Las razas de perros grandes como el San Bernardo suelen sufrir patologías que afectan directamente a las articulaciones de los canes. En este sentido, destacan la displasia de cadera y la displasia de codo. Otra enfermedad compleja y que suele padecer este tipo de canes es la torsión de estómago, también puede contraer problemas óseos en las vértebras por la aparición del síndrome de Wobbler. Los ojos suelen ser un punto sensible de esta raza y son frecuentes complicaciones como el pliegue hacia afuera del párpado y las conjuntivitis provocadas por el almacenamiento de legañas.