Problemas Dentales

Para los perros, la boca juega un papel muy importante en el transcurso de su vida. Al no disponer de manos y dedos con los que poder agarrar aquello que desean, la función de su boca adquiere un lugar muy relevante en su día a día. Sin embargo, esta utilización masiva de la cavidad bucal puede generarles algunos problemas si su cuidado no es al adecuado.
Los problemas de maloclusión dental en el perro, no solo generan un problema estético, sino también funcional. En los casos más leves, puede que no se desarrolle ningún síntoma, pero en problemas de mordida serios, se podría observar dificultad en la aprehensión del alimento y la masticación, salivación excesiva y lesiones en los labios, los carrillos, el paladar o la lengua inducidos por la presión y el roce de los dientes sobre estas estructuras. Además, es más fácil que se acumule sarro en los dientes.
En la enfermedad periodontal, el síntoma presente en el perro más notorio es la halitosis o mal aliento, aunque esto suele ocurrir cuando ya existe un acúmulo importante de sarro en los dientes de la mascota. Por eso, hay que fijarse en la cantidad de sarro depositado sobre los dientes, de color amarillo o marronáceo, y la presencia de gingivitis como una línea roja engrosada en la encía situada justo en la base del diente. En la fase final de la enfermedad periodontal, se observa la pérdida de piezas dentales, secreción purulenta si hay infección y dolor a la palpación de la boca. El perro dejará de comer (anorexia), mostrará apatía e incluso vómitos. < /p>
En la enfermedad periodontal avanzada, el acúmulo de sarro cubre más de un 80 % del diente del can, la gingivitis (inflamación de las encías) es grave y la pérdida de la unión del diente con los tejidos circundantes se hace muy evidente. Esta situación favorece la aparición de estomatitis, que consiste en la inflamación de la mucosa oral y la aparición de erosiones y úlceras. La infección es otra de las consecuencias en el perro de la enfermedad periodontal no tratada. Inicialmente puede focalizarse en las piezas dentales y el tejido que lo rodea, formando abscesos purulentos, e incluso gastritis por la ingesta de saliva con una fuerte carga bacteriana, pero la complicación más grave es el desarrollo de endocarditis bacteriana. En esta enfermedad, las bacterias localizadas en la boca, viajan por vía sanguínea y se depositan sobre las válvulas cardiacas, provocando una insuficiencia cardiaca grave y posible muerte del animal en poco tiempo.
Si el perro presenta síntomas como mal aliento o se ha observado sarro en sus dientes, puede que padezca alguna enfermedad bucodental. Pide cita a tu veterinario de confianza o aprovecha la revisión anual de la vacunación para realizar un chequeo dental. En la exploración visual de la boca detectará problemas de maloclusión o “mordida”, presencia de dientes deciduos retenidos, fracturas, sarro y signos de enfermedad periodontal, como la gingivitis y la halitosis. Para realizar una exploración más exhaustiva, a veces es necesario sedar o anestesiar al animal y realizar pruebas complementarias, como la radiografía dental, para determinar el grado de afectación y el pronóstico de la enfermedad que padece la mascota.
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