Pastor Vasco o Euskal Artzain Txakurra

Como su nombre nos indica, su lugar de origen es Euskadi y su función primaria era el pastoreo. En concreto, su trabajo se concentraba en reunir y controlar los rebaños. También los defendía de depredadores como los lobos. Sus orígenes son inciertos y remotos. Sí es seguro que en el siglo XVI aparece retratado en diferentes obras pictóricas europeas. Estuvo al borde de la desaparición como perro de pastor debido a su paulatina sustitución y mezcla con otras razas (especialmente molosoides) con el fin de crear perros capaces de repeler al lobo. Sin embargo el Euskal Artzain Txakurra, pudo conservarse en determinados lugares debido a su versatilidad en el trabajo, lo que ha permitido la recuperación de la especie que, por su localismo, sigue siendo muy vulnerable, contando con unos 800 ejemplares reconocidos. Pese a su oficialización como raza en 1991 por la Real Sociedad Canina de España, no ha sido todavía reconocida por la FCI. LA RSCE reconoce dos variedades bien diferenciadas: la Iletsua que se extiende por las distintas zonas pastoriles de Euskal Herria; y la Gorbeiakoa, que se concentra en las estribaciones del monte Gorbea y su Parque Natural, situado entre Bizkaia y Álava.
Es un perro de talla mediana eumétrico y longilíneo, robusto, de composición fuerte, rústico, estructura rectangular y dimorfismo sexual acentuado. Su cabeza es de proporción media, ojos castaños, orejas medianas, triangulares y caídas o semi-dobladas y pelo raso muy corto. Su cola es larga, muy móvil y con abundante pelo (aunque más corta en la variedad Iletsua). Por su pelaje existen dos variedades: la Iletsua con una capa externa de pelo duro, cerdoso y una capa interna más suave, con el manto de color leonado y fuego; y la Gorbeiakoa con un pelo más largo, áspero, de color rojo fuego, con máscara oscura y que presenta, además, un marcado “rabillo del ojo”, casi maquillado, y algunos pelos negros en la cara. Pueden llegar a pesar entre 17 a 36 kg, y medir entre 46 a 61 cm.
El Euskal Artzain Txakurra es un típico perro de trabajo tradicionalmente usado como perro pastor, guarda del ganado y del caserío. Son animales inteligentes, equilibrados, de fácil adiestramiento y muy aptos para el trabajo. En familia, es un perro afectuoso, muy apegado a sus dueños, sociable, seguro de sí mismo y muy fiel. No es muy apto para la vida en apartamentos siendo óptimo, por el contrario, para casas de campo, aunque las carencias de espacio siempre pueden paliarse con paseos y actividad: ya sea jugando con la pelota o pequeñas pero intensas sesiones de juego con la familia. Con otros perros puede mostrarse especialmente territorial.
El Perro pastor vasco es capaz de adaptarse a la vida dentro de un apartamento en la ciudad. Pero estará más feliz si dispone de espacio al aire libre. En cualquier caso, va a necesitar ejercitarse a diario. De lo contrario es probable que desarrolle problemas de conducta. Como todos los perros de trabajo, necesita actividad física todos los días. Al menos tres paseos largos y la posibilidad de correr suelto en espacios seguros. Les gustan las persecuciones. Para esto es imprescindible que esté educado, de forma que soltarlo no supongo un peligro para su seguridad. Es apto para deportes caninos como el agility, el canicross o incluso, aunque es una modalidad menos conocida, el pastoreo deportivo. Respecto a su pelaje es necesario un cepillado regular para remover pelos muertos.
No se registran enfermedades genéticas en el Perro pastor vasco. Es una raza resistente que, en general, disfruta de una buena salud a lo largo de toda su vida. Tan solo hay que desparasitarlo y vacunarlo con la regularidad que indique el veterinario. A nivel psicológico, sin la estimulación suficiente no es extraño que desarrolle problemas de conducta, entre los que destaca la destructividad. Esto implica que no se puede dejar solo durante horas ni mantenerlo encerrado sin poder ejercitarse ni relacionarse.
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