Pastor de Brie

Originario de Francia, es conocido en su tierra natal por haber estado trabajando pastos desde la época de Carlomagno. La raza lleva el nombre de la región productora de lácteos de Brie, mejor conocida por el queso pegajoso del mismo nombre.

Estos pastores son conocidos por un pelaje ondulado de color gris, leonado o negro, y una cabeza impresionante rematada por un peinado que se separa naturalmente en el medio. Una lujosa barba y cejas acentúan una expresión descrita como «franca y cuestionadora». Cuentan con una altura de entre 56 a 64 cm para las hembras, 62 a 68 cm para los machos y un peso de 30 y 40 kg por igual.

Su apariencia general es la de un perro rústico, robusto, de estructura muscular bien proporcionada. La cabeza es fuerte, bastante alargada, cubierta de pelo que forman una barba, bigotes y cejas (que cubren levemente los ojos). La depresión naso-frontal está bien marcada. Los ojos están bien abiertos, son grandes y ovalados. Las orejas están insertadas en lo alto, llevadas erguidas.

Es de naturaleza alegre, sensible y apasionada, es muy agradable convivir con él. Es un perro muy activo que necesita jugar con sus dueños para desfogarse y a la vez reforzar su relación con ellos. Es Briard, como también se le conoce, posee aptitudes para todo tipo de tareas de guardia, de defensa y de trabajo (en manos de dueños experimentados). Es distante con los desconocidos, por lo que el Pastor de Brie cachorro deberá socializar con otros perros desde joven. No debe sentirse excluido de su grupo social, necesita de la compañía humana para conservar su equilibrio emocional. Como perro de trabajo no es el más indicado para un dueño inexperto. Sin embargo, como mascota puede ser una perfecta opción para personas activas o deportistas.

Lo mejor es alimentarlo con comida natural a base de carne cruda, verduras y carbohidratos. Es recomendable que su dieta sea determinada por un veterinario. Su pelo debe ser cepillado preferiblemente a diario, de lo contrario podrían formarse nudos en su pelaje. Sin embargo, hay que bañarlo lo menos posible, ya que puede perder las propiedades de su rústico manto. Su entusiasmo por la vida los convierte en grandes compañeros para excursionistas, ciclistas y corredores. Necesitan un área grande y bien cercada donde puedan correr libremente. Perseguir una pelota de tenis lanzada por su dueño puede ayudar a un Briard a eliminar el exceso de energía, además de darle la compañía humana que ama.

El Briard es en general una raza saludable, y los criadores responsables examinan regularmente en busca de condiciones de salud como cáncer, displasia de cadera, ceguera nocturna congénita estacionaria, cataratas, distrofia corneal, pliegues retinianos, hipotiroidismo, enfermedades inmunes, insuficiencia pancreática exocrina y enfermedad renal.