Labrador Retriever

La raza se originó en las costas de Terranova en el siglo XVII y fueron entrenados para ayudar a sostener y levantar las redes de los pescadores en esas aguas heladas. Llegaron a principios del s. XIX, llegaron a Poole Harbour (Gran Bretaña). Su capacidad de colaborar y ayudar dio tanta impresión que los ingleses ofertaban por los caninos. Fueron colaboradores en la caza con escopetas y eran conocidos como perros de agua de San Juan, y empezó a criarlos con el nombre de Labrador.

Los machos adultos miden aproximadamente 56 – 57 cm y pesan alrededor de 30 kg; las hembras miden 55 – 56 cm y pesan 28 kg. Esta raza y asi como las demás, pueden sufrir trastornos oculares hereditarios y displasia de codo y cadera. Es importante un examen de la cadera y de los ojos antes de dedicar al perro a la crianza.
Como son perros de razas grandes, suelen tener gran apetito, requieren un balance de minerales, vitaminas y nutrientes en sus comidas de al menos 2 veces al dia. Es propenso a los problemas de hinchazón y estomacales, cuyo riesgo se reducirá con comidas más pequeñas y frecuentes.

Estos perros se adaptan a la cantidad de ejercicios y horas que le dediquen según sus necesidades para drenar la energía, en cuanto a los cachorro, ya que con el labrador adulto suelen ser menos enérgicos. Tanto a cachorros ya adultos les gusta los paseos largos y carreras, suelen atrapar y jugar con objetos.

A la hora de adoptar una mascota o canino, esta raza es una de las primeras opciones en la lista ya que son perros amistosos, cariñosos, y se adaptan al ambiente o zona donde habita, son muy sociables con la naturaleza. Son amantes al cuidado y juegos con los niños, ya que son pacientes y fieles.

En cuanto a su aseo, su pelaje no exige un gran cuidado. El pelaje es grueso y denso, con un manto inferior resistente al agua; solo necesita un cepillado semanal y un poco más de atención en época de muda de pelaje.