Husky Siberiano

El Husky Siberiano es un perro de trabajo, oriundo del Este de Siberia. Fue criado, en sus orígenes, por la tribu Chukchi, quienes lo utilizaron durante muchos años como perro de compañía, para pastorear a los ciervos, arrastrar los trineos y preservar el calor corporal de los niños. El enorme parecido del Husky Siberiano con el lobo no es una simple apariencia; no solo mantiene cierto parentesco real con él sino que además, conserva ciertas características morfológicas y de comportamiento. Algunos expertos incluso afirman que los Husky tienen entre un 50 y un 75% de sangre proveniente de los lobos.
Es un perro de trabajo de tamaño mediano, rápido y liviano en sus pies y libre y elegante en acción. Su cuerpo moderadamente compacto y bien peludo, orejas erectas y cola de cepillo sugieren su herencia del norte. Su paso característico es suave y aparentemente sin esfuerzo. Realiza su función original en el arnés de manera más capaz, llevando una carga ligera a una velocidad moderada a grandes distancias. Las proporciones y la forma de su cuerpo reflejan este equilibrio básico de poder, velocidad y resistencia.
Es un excelente compañero para la familia. Pese a estar acostumbrado a vivir en manada, se adaptará muy fácilmente a vivir en un hogar y se desvivirá en complacer a su dueño. No obstante, es también algo testarudo y bastante independiente. Este animal acumula una gran cantidad de energía que debe gastar a través del ejercicio físico. La vida sedentaria no le va; por el contrario, lo entristece y puede, incluso, convertirlo en un perro obeso. Se debe tener en cuenta que, definitivamente, un paseo diario no le será suficiente, necesitará más.
Es buen comedor y le gusta prácticamente todo. Los machos necesitan consumir entre 1.250 y 1.500 kilocalorías diarias; mientras que las hembras, entre 1.050 y 1.350. De todas maneras, es normal que los huskies que viven en climas muy cálidos, en verano, pierdan un poco el apetito debido a que no toleran demasiado bien el calor intenso; sobre todo, si es húmedo.
Los elegantes ojos de almendra del husky siberiano de tamaño mediano pueden ser marrones o azules, y a veces uno de cada uno, y transmitir una expresión aguda pero amable e incluso traviesa. Rápidos y ágiles, los siberianos son conocidos por su paso poderoso pero aparentemente sin esfuerzo. Inclinando las escalas de no más de 30 kg y 60 cm, son notablemente más pequeños y livianos que su corpulento primo, el Alaskan Malamute.
Por lo general se trata de perros cariñosos, juguetones y afables que disfrutan encontrándose en medio del núcleo familiar. En ocasiones puede mostrarse algo distante con los desconocidos, nada que ver con el trato directo que puede llegar a tener con nosotros: personas de su confianza. Son notablemente autolimpiables y, a menudo, solo necesitan baños pocas veces al año, aproximadamente cada mes o mes y medio (para no eliminar la capa de protección natural de su piel). Los cepillados semanales ayudan a mantener el pelaje y la piel en buenas condiciones. Los siberianos tienen una doble capa: una capa interna y un cabello protector. La capa interna se despoja dos veces al año, y es importante «rastrillar» continuamente la capa vieja, usando un pincel y un peine de metal.
Afortunadamente, el husky siberiano es una raza relativamente saludable. Algunos problemas de esta raza se derivan de los ejemplares que muestran ojos claros y que pueden desarrollar cataratas, distrofia de córnea o atrofia progresiva de retina. Además puede aparecer el cáncer en ejemplares de avanzada edad. La displasia de codo o de cadera son poco comunes.
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