Gran sabueso anglo-francés tricolor
El gran sabueso anglo-francés tricolor es el tercero de los grandes sabuesos franceses desarrollados mediante cruces entre diferentes razas de caza francesas e inglesas como el Foxhound inglés y el Pointevin, que se recuperó a mitad del siglo XIX después de haberse casi extinguido durante la Revolución Francesa. Este sabueso robusto y de gran resistencia fue utilizado y se utiliza para la caza mayor de venados y ciervos sobre todo en Francia, aunque se ha visto alguno en América del Norte, pero cabe decir que hay muy pocos ejemplares y que es una raza bastante desconocida. Las razas llamadas «anglo-francesas» fueron aceptadas en 1857 y se reconocieron en la Federación Cinológica Internacional y en las principales asociaciones cinológicas del mundo en 1983.
El gran sabueso anglo-francés tricolor es uno de los grandes sabuesos franceses, elegante, de constitución fuerte, equilibrado, musculoso y de sólida osamenta. Su cabeza es fuerte y poco alargada, con las orejas largas a la altura del ojo. El cuello es bastante largo y fuerte. Por su parte, las extremidades son firmes, siendo las delanteras fuertes y rectas y las traseras rectas, como las de un foxhound. Su cola es, asimismo, bastante gruesa y algo curvada. Su pelaje es corto, áspero, tupido y más bien fino. El color del manto es tricolor, blanco, fuego cobrizo y manta negra más o menos extendida. Pesa ente 34 y 36 kg y mide entre 62 y 72 cm de altura.
Es un perro usado para la actividad cinegética y en particular especializado en la caza mayor. Requiere por tanto una gran cantidad de ejercicio. En las zonas rurales tienen la posibilidad de salir, sin embargo, no se adapta bien a la vida urbana. Es cierto, sin embargo, que dadas las características de mansedumbre de esta raza el gran sabueso anglo-francés tricolor es muy apreciado como compañero y perro de trabajo. Dado su instinto cazador el perro necesita de un adiestramiento complementario para el trabajo con su dueño. Asimismo no conviene dejarlos dormir a la intemperie ya que es propenso a perderse persiguiendo una presa. Estos canes son valientes, dinámicos, inteligentes y colaboradores con los demás perros de la jauría. Tienden a llevarse bien con otros perros y con las personas, pero no son muy juguetones ni afectuosos.
Los cuidados para el gran sabueso anglo-francés tricolor no son muchos ya que solo es necesario cepillar el pelo vez por semana para mantener el pelaje en buen estado y bañarlo solo cuando esté realmente sucio y lo necesite. Lo que sí es recomendable hacer es inspeccionarle las orejas caídas para que no proliferen bacterias ni hongos debido a la humedad que se pueda acumular en ellas si no se secan bien ni se mantienen limpias. Aparte de eso, debido a su instinto natural de caza, estos perros necesitan hacer mucho ejercicio y no basta con los paseos diarios para cubrir estos requerimientos, sino que es necesario que vivan en un lugar amplio con jardín o que tengan acceso al campo cada cierto tiempo para que puedan gastar sus energías y satisfacer sus instintos cazadores. Por eso, no se adaptan bien a la vida en ciudad ni a la vida en pisos o casas pequeñas. El gran sabueso anglo-francés tricolor es una raza que por lo general no presenta especiales problemas de salud salvo, eso sí, su propensión a las bacterias y hongos en sus orejas caídas que pueden ser un lugar propenso por la humedad. Como sucede con otros perros de caza es conveniente que se le realice una inspección periódica después de una jornada en el campo, a fin de descubrir eventuales espigas clavadas o parásitos en la piel o pelos, especialmente deben revisarse las patas y orejas. Atención a las garrapatas ya que pueden llegar a transmitir la piroplasmosis.
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