¿Cómo evitar que mi perro sea agresivo con lo gatos?

No es una novedad que los perros persigan y sean un poco agresivos con los gatos. Son sus “enemigos naturales”, por tanto, estas actitudes corresponden con su instinto más longevo: la caza. A veces es inevitable que nuestro perro se sienta atraído hacia sus prácticas ancestrales, sobre todo al ver a un gato o a otro animal. Esto, entonces, no significa que tu perro sea agresivo, significa que es cazador, y es totalmente normal. La gravedad escala cuando tenemos a un minino en casa como segunda mascota. Es importante saber controlar a nuestro perro, y evitar a toda costa que pueda hacerle daño al nuevo acompañante de la familia.
El instinto de depredación es más común en ciertas razas con un instinto cazador más desarrollado, cuál es el caso de los labradores, los pastores y otros perros con mucho instinto como los beagles y terriers.
Lo más importante al comenzar es que debes determinar un espacio para cada uno, lo esencial es que tu perro entienda que no puede pasar el territorio del gato. Mantén a tu perro los primeros días atado a un arnés y correa y cuando este intente atacar al gato detenlo tirando de la correa, esto le hará entender que no le permites esta conducta y que estas en contra de que lo haga.
- Premia a tu perro cada vez que al pasar frente al gato, no tenga actitudes agresivas. Así le harás entender que lo que hace te agrada.
- No intentes que tu perro y tu gato sean los mejores amigos, lo importante es que, al menos, tu perro ignore a la nueva mascota, así que no los obligues a interactuar hasta que ellos no estén preparados.
- No los dejes solos, aunque necesitan libertad para conocerse, puede ser peligroso y pueden ocurrir accidentes lamentables.
- Deja libre algunos espacios altos a los que tu gato pueda saltar en los días de acostumbramiento. Son lugares a los que fácilmente pueden acceder y que le dan un lugar de resguardo.
- Si tienes que salir de casa y tus mascotas aún no están bien adecuados, dejalos separados y por ningún motivo los dejes solos y juntos.
- Intenta entrenar a tu perro para que atienda a un llamado de atención que se corresponda con sonidos alerta: “NO” “QUIETO” o “AL SUELO” lo harán parar si está muy bien entrenado.
Con mucha paciencia podrás lograr que tu perro y tu gato lleven una vida tranquila y sin problemas y disfrutaras de lo mejor de ambos mundos.
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