Cocker Spaniel Inglés

Los cocker spaniel fueron en su tiempo razas separadas del Field y el springer spaniel, después de la formación del Kennel Club. En un inicio se le conocía como «cocking spaniel» derivando del «flushing woodcock». El nombre deriva del francés antiguo, «spaigneul», que significa literalmente «perro español» ya que la raza original provenía de España, país en el que se utilizaba como cazador y cobrador. Los cocker spaniel llegaron a Inglaterra de la mano de propietarios Españoles y se puede apreciar la enorme popularidad que adquirieron en numerosas referencias de la literatura inglesa, como en obras de Sheakespeare o Chaucer.

Esta raza ha estado muy marcada por la caza. Aunque antiguamente se usaban para diferentes tipos de presa según su talla, no se hacía distinción por razas. Así, en una misma camada de spaniel de tierra podían nacer perros grandes (más usados para cazar mamíferos) y perros pequeños (más usados para cazar aves). En consecuencia, los perros que hoy conocemos como cocker spaniel, spaniel de campo, springer spaniel y Sussex spaniel conformaban un solo grupo. Fue recién a finales del siglo XIX que se separaron estas razas y se reconoció oficialmente por primera vez al cocker spaniel. Su principal función como perro de caza era, y sigue siendo, la de levantar la becada o gallinuela.

Actualmente existen dos variedades de Cocker spaniel inglés, una más robusta dedicada a la muestra y otra menos resistente usada para el trabajo y como animal de compañía. Es un perro de tamaño mediano, robusto, atlético, bien equilibrado, compacto y muy alegre. Su cabeza es refinada, bien modelada y redonda, con el hocico ancho y las orejas largas, en forma lobular, caídas y cubiertas de un pelo plumoso. Su cola es a menudo amputada aunque de llevarse es de talla media y ligeramente curvada. Su pelaje es de longitud media a larga, con la parte inferior del cuerpo y las patas plumosas y la capa interna muy tupida. El color del manto varía entre: negro, marrón rojizo, rojo, ruano y blanco y negro con manchas marrones rojizas o rojas. Miden entre 35 a 45 cm, y pesan entre 10 a 25 kg.

El Cocker spaniel inglés es por definición un perro alegre, adaptable, dócil, vivaz y cariñoso que presenta un característico vaivén animado de su cola que se muestra sobre todo cuando sigue un rastro. Detesta la soledad y adoran la compañía de personas buscando constantemente su atención. Es de hecho un perro típicamente familiar, aunque se hará más con un miembro. Se adapta muy a los espacios pequeños aunque por ello precisará de mayor ejercicio. Debe tenerse en cuenta, además, que necesita de salidas al campo y actividades en el exterior. Para su buena salud es necesario que este derroche energía. Téngase en cuenta que es una raza con cierta tendencia a la obesidad. Sus características zootécnicas se han visto menos alteradas que las de sus congéneres americanos por lo que tiende a sufrir menos problemas de salud que aquellos. Con todo suelen sufrir problemas de alergia en la piel, excesiva timidez, cataratas, sordera, temperamentos agresivos hacia otros perros o incluso hacia sus dueños (característica típica en individuos de color sólido según estudios) y tumores.

Respecto al pelaje se debe tener en cuenta que requiere atenciones diarias, especialmente en los flecos. Es recomendable que a ambos lados del oído se mantenga el pelo corto lo que ayudará a reducir el riesgo de infecciones de oído.