Boyero de Appenzell

El Appenzeller o Boyero de Appenzell es una raza mediana proveniente de los Alpes Suizos, de pelaje corto y gran musculatura. La primera descripción de este perro se hizo en 1853, pero la raza no fue aceptada oficialmente sino hasta 1898. Sin embargo, fue recién en 1914 cuando se redactó el primer estándar de la raza. En la actualidad el boyero de Appenzell es un perro poco conocido y se considera una raza rara. Existe en Suiza y en algunos países vecinos, pero su población es pequeña.
La cabeza del appenzeller es ligeramente acuñada y con el cráneo algo aplanado. La depresión naso-frontal es poco evidente. Los ojos son pequeños, de forma almendrada y color pardo. Las orejas son de inserciones altas, anchas, triangulares y colgantes. El cuerpo es compacto, fuerte y de perfil casi cuadrado (longitud casi igual a la altura a la cruz). La línea superior es recta. El pecho es amplio, profundo y largo. El vientre es poco retraído. La cola es mediana y de inserción alta. El pelaje doble y bien pegado al cuerpo. El pelo externo es denso y brillante, mientras que el pelo interno es denso y de color negro, pardo o gris. Los colores aceptados para el pelaje son: color de base pardo o negro con marcas simétricas bien delimitadas de color pardo-rojizo y blanco. La altura a la cruz de los machos es de 52 a 56 cm y de las hembras es de 50 a 54 cm. El peso oscila entre los 22 y los 32 kg.
Se trata de un perro activo, curioso e inteligente, aunque equilibrado y amable. Suele ser cariñoso y protector con los suyos, lo que le convierte en una mascota ideal para toda la familia. Es sociable con otras personas y animales, aunque algo desconfiado con los extraños. No obstante, para alcanzar este equilibrio mental necesita buenas dosis de ejercicio físico.
Necesita largos paseos diarios, ya que la falta de actividad puede llevarle a sufrir comportamientos obsesivos y/o destructivos. Le encanta caminar y correr al aire libre, debido a su fuerte instinto de perro pastor y a sus antecedentes rurales. No obstante, esto no quiere decir que no sea apto para vivir en un piso, pues se adapta fácilmente a espacios pequeños siempre que cuente con su ración de ejercicio cada día. Debería funcionar bien con un alimento para perros de alta calidad, ya sea fabricado comercialmente o preparado en el hogar con la supervisión y aprobación de su veterinario.
Cualquier dieta debe ser apropiada para la edad del perro (cachorro, adulto o adulto mayor). Algunos perros son propensos a tener sobrepeso, así se debe observar el consumo de calorías y el nivel de peso del perro. Las golosinas pueden ser una ayuda importante en el entrenamiento, pero dar demasiadas puede causar obesidad. El cuidado del pelo es sencillo y suele ser suficiente con el cepillado dos veces por semana. Asimismo, es conveniente bañarlo solo cuando esté realmente sucio.
La salud del appenzeller es, en línea general, muy favorable y positiva. Sin embargo, tratarse de un perro corpulento, puede sufrir condiciones comunes en este tipo de canes: displasia de cadera, artrosis en articulaciones, torsión de estómago, entropión –el borde del párpado se dobla en dirección hacia la superficie del ojo- y triquiasis palpebral –crecimiento anormal de las pestañas hacia el globo ocular-. Con este posible historial de patologías, la esperanza de vida boyero de Appenzell se encuentra entre los 11 y los 13 años.(Con información de Mundo de perros)
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