Beagle

Su origen data hace 2000 años atrás, aunque el desarrollo de sus características actuales data del año 1830 en el Reino Unido, en donde se desarrollaron otras razas como talbot, el north country Beagle, el southern hound y el harrier. Seguido esto, en el siglo XI, el talbot apareció en Gran Bretaña, un tipo de perro blanco y pesado, bastante lento en cuanto a sus movimientos. El cruce de estos animales con galgos, con el objetivo de aumentar su velocidad, dio origen a algunos de los antepasados del Beagle.
Esta raza tuvo mucha importancia debido a la capacidad de resistencia, energía y sociales que son estos perros, es decir que en su momento eran un buen partido como acompañante a la hora de salir de caza. Estas habilidades se desarrollaron en 1840 luego de diferentes cruces con otras razas de gran tamaño, como el Harrier o el Foxhound. De allí, se escogían las mejores crías en cuanto a tamaño y demás características para posteriormente, adoptarlos. Este proceso duro años hasta obtener lo que buscaban en esta raza como un canino fiel, amistoso, cazador y fácil de adoptar.
Al principio, el resultado de los cruces era de dos variedades, una con pelo áspero otra con pelo liso, aunque la variedad de pelaje áspero desapareció en el siglo XX. Cabe destacar, que también para el año 1856, se encontraba cuatro tamaños de la raza, que muchos años después se lograron unificar. Aunque, paso por una época donde llego a definirse como una raza en peligro de extinción, pero en 1887 volvía a obtener su popularidad en Inglaterra y en 1890 se creó el primer Club del Beagle, donde se definió el primer estándar y garantizando la permanencia y cuidado de la raza.
Aunque en 1840, se exportaron los primeros ejemplares a Estados Unidos, con el interés solamente de la raza y no de la popularidad que se conocía en Inglaterra. Hacia 1870 el general Richard Rowett, importo algunos perros para adoptarlos y fue allí donde comenzó a aumentar la popularidad a nivel mundial.
El Beagle es pequeño, de patas cortas y orejas grandes, con una forma cuadrada y musculosa que da una idea del poder de este animal cuando se hace necesario. Su pecho es profundo y pronunciado, con una cabeza alargada, y una llamativa trufa de color negro. La altura del Beagle se sitúa entre los 33 y los 41 centímetros de altura hasta la cruz, siendo las hembras ligeramente más pequeñas que los machos. El peso se mantiene entre los 8 y los 16 kilos. Su esperanza de vida es de 10 a 15 años.
Por lo general, esta raza cuenta con una gran musculatura son bastantes resistentes y fuertes, aunque pueden sufrir algunas enfermedades como epilepsia o hipotiroidismo, pero pueden ser tratadas con medicación. Como los demás caninos, son propensos a la displasia de cadera y problemas en sus patas, por la forma especial; sus articulaciones y ojos también deben tener mayor cuidado, en cuanto a esta última puede desencadenar glaucoma o distrofia corneal. La obesidad es frecuente en esta raza, pudiéndose controlar con una alimentación ejercicios recomendados por especialistas veterinarios.
Ya que el Beagle tiende a la obesidad, debe seguir al pie de la letra las recomendaciones de los médicos veterinarios, para equilibrar la alimentación y ejercicios, siempre una nutrición de calidad y raciones suficientes para cumplir con los requerimientos del organismo del canino. Se recomienda una hora y media de ejercicio al día será suficiente para que el animal se encuentre en perfecto estado.
Los beagles son trabajadores, fieles, seguros, elegantes, cariñosos, en fin, una de las mejores opciones a la hora de adoptar un canino. Su belleza, ternura y energía hacen que sea el centro de atención, ya que son bastante sociables y no suelen mostrar timidez a la hora de conocer a alguien. Les gusta estar rodeado por su familia, y mucho más con los más pequeños de su familia adoptiva. Son buenos perros a la hora de alarmar con sus ladridos. Pueden preferir vivir en áreas grandes para poder correr, aunque se adaptan a la ciudad, pero con mas salidas al aire libre y por tiempo largos.
Aunque prefieren la vida en el campo, donde poder correr y perseguir rastros, se adaptan perfectamente a la vida de ciudad. Eso sí, en este caso, necesitarán más ejercicio y salidas, porque de otra forma pueden desarrollar comportamientos poco apropiados dentro de casa.
El pelaje del Beagle es suele ser de pelo corto, liso y muy suave al tacto, bastante denso, lo que protege al animal en caso de cambios de tiempo bruscos. Su pelaje llega a soportar grandes temperaturas frías y calientes. Los colores y manchas hacen que esta raza se vuelva característica por su blanco, negro y marrón claro plasmados en su pelaje. Y este, al ser sencillo requiere de un cepillado semanal para eliminar el pelo muerto. Aunque su baño debe realizarse una vez al mes o cada vez que sea necesario dependiendo del estilo de vida que lleve el canino.
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