Razas extintas: Kuri
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Esta raza fue introducida en Nueva Zelanda por los maoríes polinesios quienes usaban a estos ejemplares como perros de compañía, como amuletos y como armas de caza. Los kuri no tenían un aspecto demasiado ventajoso, su cuerpo era esquelético, su cara alargada y sin gracia, su hocico alargado con un olfato no muy desarrollado y con matas pequeñas y sin demasiada agilidad. Sin embargo, lograba ser compañero al cazar muchas aves pequeñas que servían de alimentación para los viajeros.
Además de ser útil como compañero y cazador, los Kuri tenían un especial lugar en los rituales maories quienes lo usaban como sacrificio digno para las deidades en las que creían. Cocinaban su carne y su corazón y usaban su sangre como limpieza y pureza.
Esta es una de las razas de las que se tiene registro que aparentemente fue exterminado y no fueron perdiéndose por razones naturales. Además de que no había casi ejemplares distribuidos en la polinesia y Nueva Zelanda, la llegada de los colonos europeos fueron mitigando toda clase de reproducción en vista de que eran amenazas para el ganado que les servía de sustento.
Incluso por su aspecto, los cazadores creían que era una especie no agraciada y salvaje de lobos o coyotes que ponían en peligro a sus gallinas, corderos o a sus sembradíos de frutas y vegetales.
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