Boyero de Flandes

Se originaron en la Región Flamenca donde la nacionalidad belga y la francesa es compartida. El nombre original de esta raza de perros es bouvier, lo cual significa guardián de ganado bovino. El primer estándar de la raza se redactó en 1912 y la popularidad del boyero de Flandes aumentó hasta la Primera Guerra Mundial, donde eran usados como mensajeros y también perro de traslado en ambulancias, pero luego de ello la raza llegó al borde de la extinción. Uno de los pocos boyeros sobrevivientes de la guerra fue utilizado como fundador para recuperar la raza, y su nombre puede encontrarse hoy en día en casi todos los pedigríes de los boyeros de Flandes actuales.
Si algo es muy propio de la raza es precisamente el pelaje largo y textura áspera tras el cual se ocultan sus formas verdaderas y le proporciona un movimiento bien peculiar. El color del manto varía entre los distintos ejemplares, en tal sentido es posible encontrarse con unos de pelaje completamente negro, otros con el manto marrón, en tonalidades grises y hay algunos moteados blancos y negros. La altura a la cruz va de 62 a 68 cm en los machos y de 59 a 65 cm en las hembras. El peso aproximado va de 30 a 40 kg en machos y de 27 a 35 kg en hembras.
La cabeza del boyero de Flandes es maciza, bien proporcionada con el cuerpo y bien delineada, pero estas características pueden no notarse a simple vista por el abundante pelo que la cubre. Presenta una barba bien desarrollada y la nariz es redondeada y negra. Los ojos, ligeramente ovalados y muy oscuros, están dispuestos horizontalmente. Las orejas son de inserción alta y caen sobre las mejillas. Lastimosamente, el estándar FCI de la raza acepta y recomienda la amputación de las orejas en forma triangular. De igual manera, el estándar de la raza publicado por la FCI indica que la cola debe ser amputada por encima de la segunda o tercera vértebra, excepto en los países en que esta práctica bárbara está prohibida.
Los ejemplares de esta raza resultan ser bastante equilibrados de carácter, sin embargo la socialización como parte de su entrenamiento a temprana edad es primordial para evitar problemas en el futuro. Se destacan por su gran inteligencia y habilidades cognitivas que facilitan el desarrollo de la memoria y su comprensión en lo que también ayuda su gran predisposición a los aprendizajes. En resumen, todo en el can está formulado para que su aprendizaje sea rápido y muy provechoso.
Por otra parte, como se trata de un perro de pastoreo y de vigilancia, actividades que se le dan de forma muy natural, es muy posible que se muestre algo desconfiado y manifieste actitudes a la defensiva que incluso conlleven a ser agresivos con otros canes del mismo sexo. Es un perro grande y por tanto requiere de actividades que le mantengan activo, aun cuando sabe administrar muy bien su energía. Lo recomendable para ellos es que cuenten con un espacio amplio y abierto donde le sea posible moverse y ejercitarse como mínimo una hora diaria. Tienden a caer en el aburrimiento fácilmente por lo que es muy aconsejable mantenerlo activo con tareas, juegos, retos, trucos y mucho ejercicio y así no se va a aburrir. En aquellos momentos donde estén en más tranquilidad hay que aprovechar de promover juegos que ejerciten su cerebro y que le aportan grandes beneficios.
El Bouvier debería funcionar bien con un alimento para perros de alta calidad, ya sea fabricado comercialmente o preparado en casa con la supervisión y aprobación de su veterinario aunque, se debe resaltar, que requiere una dieta más baja en proteínas que la mayoría de las otras razas. El boyero de Flandes tiende a ser un perro saludable y suele presentar menos problemas de salud que muchas otras razas caninas. Sin embargo, es propenso a algunas enfermedades hereditarias como: displasia de cadera, torsión gástrica, entropión y cataratas. (Con información de Mundo de Perros)
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